Tras no ser utilizado en los primeros tres partidos de Rusia 2018 y ser consultado en el empate a tres entre España y Portugal, más allá de no haber cambiado ninguna decisión arbitral, el VAR entró en acción este sábado por primera vez en una Copa del Mundo.
Corrían 54 minutos del partido que Francia y Australia empataban sin goles en el Kazán Arena cuando el francés Antoine Griezmann entraba al área rival y el defensor Joshua Risdon lo derribaba yendo al piso.
En primera instancia Andrés Cunha dejó seguir. En la primera detención del juego consultó a las cámaras de VAR y dio marcha atrás en su decisión. Tras percibir un contacto, mínimo pero suficiente para hacer caer al delantero del Atlético de Madrid, el uruguayo pitó penal.
Griezmann convirtió la sanción en gol y puso a Francia al frente en el tanteador cuando se estaba jugando el minuto 58. Cuatro después, Cunha no necesitó del VAR para marcar una clara mano del francés Samuel Umtiti en la otra área. Mile Jedinak puso el 1-1 de penal.
Más tarde, el sensor que tienen los árbitros para determinar si la pelota entró o no fue clave para validar el segundo tanto francés. Ante un remate del australiano Aziz Behich sobre su propio arco, el esférico dio en el travesaño y luego picó adentro. Un segundo después, Cunha señaló el medio de la cancha dando por buena la conquista.